Villa romana de Santa Lucía, en Aguilafuente

En el siglo XIX se descubrió en esta localidad segoviana una villa romana, que entre 1968 y 1972 fue objeto de diversas excavaciones arqueológicas. Además de las dependencias propias de una la villa se localizó sobre ella una necrópolis visigoda de gran entidad.

La villa se localiza en la carretera de Aguilafuente a Turégano, a la izquierda de dicha vía, a unos 2 km de la primera población.

La villa tardorromana debió extenderse hasta los 2000 m2 y se organizaba, como suele ser habitual en estos edificios, en torno a un patio central al que se abrían las habitaciones. De ellas, algunas contaban con mosaico, como el pasillo norte del patio o la habitación principal, el oecus, con el espléndido mosaico de “Los Caballos”. También se localizaron las termas, los baños con hipocaustum para calentar las estancias.

Tras ser abandonada se utilizó como cementerio ya en época visigoda. Se excavaron numerosos enterramientos en tumbas delimitadas por lajas de piedra, con la cabeza de los inhumados orientada hacia el Este y los pies hacia el Oste, según los cánones cristianos. Algunos habían sido sepultados en ataúdes de madera y en muchos de casos se recuperaron objetos que formaban parte de sus vestimentas, como broches para sujetar la ropa o hebillas de cinturón, así como otros ajuares y piezas de armamento; puñales o puntas de lanza, por ejemplo.

En la actualidad se pueden visitar in situ los restos de muros romanos, recientemente consolidados, que delimitan las estancias de la villa. La visita se complementa con algunos paneles informativos que explican las distintas estancias descubiertas.

Los mosaicos, una vez extraídos y restaurados, fueron trasladados al Aula Arqueológica ubicada en la iglesia románica de San Juan, en Aguilafuente, donde pueden ser visitados.  El templo conserva las portadas de ladrillo, el ábside cuadrado y la elegante y sobria torre de estilo románico; además ofrece varios elementos pertenecientes a la transformación sufrida en el siglo XVI, en la que se le añadió una nave lateral y una pequeña capilla. El templo fue reformado a finales del siglo XX, ante el estado de ruina en el que se encontraba, para acoger esta Aula que recrea la importancia de este yacimiento arqueológico.

Los mosaicos han sido colocados en el suelo y protegidos con un pavimento de cristal que permiten al visitante, en cierta medida, simular un paseo sobre los mismos. Además, se muestran numerosos materiales, reproducciones de utensilios romanos y se ofrece información sobre las costumbres de la vida diaria de los habitantes de la villa y sobre el mundo visigodo, con copias de los objetos encontrados en las tumbas de este periodo.