Villa romana de La Tejada

Cercana a la localidad de Quintanilla de la Cueva se localizan los restos de lo que fue una villa romana, un lujosa casa-palacio habitada desde el siglo IV d. C.

En 1970 se localizaron las primeras evidencias de pavimentos de mosaico, comenzándose a conocer este complejo. La parte del complejo que se encuentra excavada se corresponde con la vivienda y está formado por habitaciones privadas con pavimentos de mosaico, decorados con temas mitológicos marinos, geométricos con esvásticas, nudos de Salomón, rombos o peltas, y pinturas murales en sus paredes, que imitan mármoles, clara muestra del refinamiento de la familia que habitó la mansión.

Las habitaciones están organizadas en tres bloques con orientaciones diferentes, lo que parece indicar que se fueron construyendo en etapas sucesivas, ampliando cada vez más la lujosa vivienda. Ésta, sin embargo, carece de patio, elemento muy característico de las viviendas romanas.

Una primera agrupación de habitaciones cuenta con trece estancias entre las que están las privadas y también las termas, con una piscina a la que se accedía bajando unos escalones. La mayoría estaban decoradas con mosaicos y contaban con hipocaustum, el sistema de calefacción por aire caliente bajo el suelo. Éste se conserva en muy buen estado y se puede deducir que se construyó en diferentes momentos, ya que muestra diversas características en las habitaciones que lo conservan.

Un segundo bloque de estancias se organiza a lo largo de un pasillo y está compuesto por seis habitaciones, todas ellas pavimentadas con mosaico.

Cuenta también con la zona termal y un ambiente posiblemente relacionado con la manufactura y almacenaje de productos, ya que se ha documentado un horno, almacenes y una bodega, que en la actualidad no se visitan.

En las excavaciones se recuperaron numerosos restos de la cultura material cotidiana con piezas exquisitas como alfileres para el cabello, cuchillos de diversos tipos, anillas de bronce, monedas, un anillo de bronce con león, un entalle (¿sello de un anillo?), pulseras de azabache, algunas sortijas, vidrio y bronce, hebillas, cuentas de vidrio, fíbulas (broches) de bronce o fichas de juego de cerámica.

Tras el estudio de sus restos, se ha comprobado que estuvo habitada desde el siglo II d. C. hasta mediados del V.