Obra Civil
Astorga Romana
La situación estratégica de Astorga fue determinante para la fundación de la ciudad romana. En este emplazamiento se levantó en el año 15 a. C. un campamento legionario relacionado con las Guerras Cántabras y la conquista del noroeste peninsular, al término de las cuales surgió la ciudad. Sabemos ya de su existencia, al menos desde el año 24, formando parte de la organización impuesta por los romanos tras la conquista y dentro de una zona con los codiciados recursos mineros, fundamentalmente oro, que hicieron de Astorga un centro civil y administrativo de control territorial, llegando a ser capital del Conventus Asturicense.
En las intervenciones arqueológicas realizadas en la ciudad se han hallado innumerables restos que permiten conocer el recorrido de la urbe romana desde el siglo I hasta el final del imperio. Volvió a poblarse desde el siglo X, como sede episcopal, desempeñando un papel destacado en el entorno en los siglos XI y XIII y volviendo a resurgir en el XV, como muestra la construcción de su catedral.
Varios de los restos de su pasado romano se han acondicionado para la visita y pueden ser contemplados hoy en día. Éstos se muestran en ocasiones con acceso libre, integrados en las calles, mientras que otros se visitan desde el interior del Museo Romano de Astorga.
Además, se ha generado una app para dispositivos móviles por la que el visitante puede recorrer esos lugares y recibir información sobre los puntos donde existen restos visibles, de forma que el acceso puede hacerse en cualquier momento del día, independientemente de que el museo esté abierto o no.
En la Astorga actual se pueden aun contemplar las murallas, del siglo IV, aunque éstas se levantaron sobre otras de época altoimperial siendo luego reconstruidas, parcialmente, en la Edad Media. El perímetro de su muralla, con cubos semicirculares a intervalos regulares, se conserva en gran medida y encierra el casco antiguo de Astorga. La llamada Puerta Romana se encuentra junto a la catedral, y en ese punto las excavaciones han sacado a la luz cómo era este acceso en los tiempos del imperio.
Otro punto visitable es la llamada Domus romana, los restos de una gran casa con un pórtico con columnas que fue construida en los últimos años del siglo I y que estuvo habitada hasta el IV. Con un gran número de habitaciones y ocupando una gran extensión, muestra diferentes pavimentos, algunos de ellos mosaicos como el del oecus o habitación principal. Las paredes de muchas de las estancias también se decoraron con pinturas murales y algunas contaban con sistema de calefacción por aire caliente, conocido como hipocaustum. El mosaico del oecus es el elemento más destacado de la casa; fue colocado a finales del siglo II y presenta una gran calidad técnica. Representa en la zona central ocho medallones con animales del mito de Orfeo con ramas de vid y racimos de uvas con pájaros como alegoría del otoño.
También es visitable la Cerca legionaria, es decir el sistema defensivo del campamento romano previo al desarrollo de la ciudad. Consta de dos fosos paralelos de sección en V y que se excavaron en la grava natural. En el siglo I los fosos se colmataron y sobre ellos se construyó la muralla altoimperial.
Otro punto es el de las llamadas Termas menores; eran los baños públicos que se desarrollaban mediante un recorrido lineal desde el vestuario a la piscina de agua fría, a la templada y a la caliente. El sistema de hipocaustum conservado era el que calentaba el agua mediante la distribución de aire caliente bajo el suelo. Fueron construidas a mediados del siglo I, remodeladas en el II y abandonadas en el III.
El foro se encontraba en el lugar más alto de la ciudad, bajo lo que hoy es el espacio que ocupa la Plaza Mayor; tenía planta cuadrangular y una extensión de unos 30.000 m2. En lo que sería el extremo occidental del foro de la ciudad se levantó el Aedes Augusti, o el templo dedicado a la memoria del emperador Augusto. Contaba con una entrada con columnas que se remataba en ábside y un pavimento de mármol, en el que usaron diferentes tipos de esta piedra creando así una decoración polícroma.
Un espacio muy destacado y visitado es la Ergástula, localizada en el centro del antiguo foro; es una gran galería abovedada fabricada en opus caementicuim construida en el año 30 d. C. Sobre la Ergástula rehabilitada se ha construido el edificio del museo del Museo Romano de Astorga en el que el visitante puede admirar pinturas, bronces, monedas, cerámicas y joyas, entre otros elementos, procedentes de las numerosas intervenciones arqueológicas en la ciudad. El recorrido por el museo ofrece la visión conjunta de los cinco siglos de vida del núcleo romano, que primero fue campamento legionario y después ciudad.
La urbe romana contó con un gran conjunto de cloacas, como era habitual en las ciudades del imperio. Han sido excavadas, permitiendo por su recorrido rastrear cómo sería la organización de las calles, sus trazados y cruces. Se construían con paredes de mampostería y se cubrieron con bóvedas de piedras unidas con argamasa, y el suelo solía ser de pizarra y pueden recorrerse parcialmente.
Para facilitar la visita de todos los restos descubiertos en Astorga se ha creado un itinerario, una ruta conocida como Asturica Emerge que se gestiona desde el Museo Romano. Recorre una serie de lugares en los que se han reconstruido conjuntos arqueológicos. La ruta trata de aunar la investigación arqueológica, como principal medio para conocer el pasado de la ciudad, con los objetos que conserva el museo como forma de aclarar al visitante cómo el estudio del pasado se hace a través de la práctica arqueológica y el estudio de los restos que se encuentran.